En este post os contaremos qué es el síndrome vestibular, explicando primero cuál es la función del sistema vestibular para así entender qué funciones pueden verse alteradas. Hablaremos de los síntomas, las posibles causas, el diagnóstico y el tratamiento.

Qué es el síndrome vestibular

Ya hemos hablado de síndromes en otras ocasiones, del síndrome braquicefálico, del gato paracaidista o de síndrome de Horner, por ejemplo. En esos posts empezábamos con la definición de síndrome y en este no haremos menos.

Un síndrome es un conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una enfermedad o de un cuadro patológico determinado provocado a veces por la concurrencia de más de una enfermedad.

El síndrome vestibular es por tanto un conjunto de síntomas causados por la alteración neurológica derivada de lesiones en el VII u VIII nervio craneal, en el tronco encefálico o en el oído interno. Debe determinarse cuál de las causas es la que lo está provocando para así realizar un buen diagnóstico y tratamiento. Aunque son varios los posibles síntomas, el más característico es que el perro ladea la cabeza.

El sistema vestibular

Para entender el síndrome vestibular hay que ponerse primero un poco en contexto. El sistema vestibular se encarga de mantener el equilibrio, de la coordinación postura o posición de la cabeza, del cuerpo, de las extremidades y de los globos oculares.

También ejerce otras funciones de orientación del espacio y la gravedad y mantenimiento de la posición de los ojos, cuerpo y extremidades con respecto a la cabeza.

El sistema vestibular se divide en dos: central y periférico. El central se encuentra en tronco encefálico y cerebelo; y el periférico en el oído interno.

Causas del síndrome vestibular

Al igual que el tratamiento, las causas que provocan el síndrome vestibular diferirán en función de si la afectación es central o periférica.

Existe la posibilidad de que la causa del síndrome vestibular sea idiopática o desconocida. De hecho, es la segunda causa más frecuente tras la otitis interna. Suele aparecer de forma aguda y determinadas razas de perro parecen propensas a padecerlo de forma congénita, viéndose los síntomas desde el nacimiento. Suele solucionarse por sí solo entre los dos y los cuatro meses. Las razas más predispuestas a padecer síndrome vestibular idiopático congénito son: fox terrier de pelo liso, Beagle, Pastor alemán, Akita Inu y americano, Doberman, Terrer tibetano y Cocker spaniel inglés.

No obstante, es más común que se dé en perros ancianos, denominándose entonces síndrome vestibular geriátrico.

Para diagnosticar de síndrome vestibular idiopático primero hay que descartar todas las posibles causas que os mencionamos en lo siguiente:

Síndrome vestibular central

En el síndrome vestibular central se encuentra un daño a nivel del tronco encefálico o cerebelo. Se trata de una alteración o lesión de la médula oblongada del tronco encefálico o cerebelo, lesión a nivel central del sistema vestibular. Las causas pueden ser varias: tumores, problemas vasculares, hemorragias o disminución de la circulación de la sangre en determinadas arterias (isquemias) del núcleo vestibular; o problemas inflamatorios como la meningoencefalitis, PIF (peritonitis infecciosa felina), distemper o enfermedad del Moquillo, Cryptococus o Toxoplasmosis.  

Se verá afectada la consciencia además de lo que se ve en el periférico. También es característico del tipo central consecuencias neurológicas derivadas de la alteración de los nervios craneales. Además, el nistagmo característico de alteración a nivel central es de tipo vertical.

El subtipo central es más complicado y difícil de solucionar que el periférico. Incluso hay veces, que no se puede solucionar y el tratamiento va dirigido a aprender a vivir con el síndrome.

Síndrome vestibular periférico

Alteración o lesión del oído interno, afectando esto al nervio vestibulococlear, par VIII de los nervios craneales, ya sea por una otitis complicada o un cuerpo extraño. Un cuerpo extraño común en el oído de los perros son las espigas y ahora que estamos en mayo más. Ya os hablábamos de esto la semana pasada en nuestro Instagram, ¡visítanos!

Una espiga que viaja a través del oído interno puede llegar a afectar a tejidos de niveles muy internos que requieran cirugía para su retirada. De la misma manera, una otitis complicada puede afectar muy gravemente a tu perro llegando a afectar a áreas intracraneales. Por eso, no tenemos que dejar de darle importancia al síndrome vestibular periférico.

Además de cuerpos extraños y otitis infecciosas, otras causas pueden ser: traumatismos en la zona, pólipos nasofaríngeos, tratamientos ototóxicos o con efecto nocivo sobre el oído o neoplasias periféricas.

El subtipo periférico tiene mejor pronóstico que el central, si se trata rápido y se hace buen diagnóstico se recuperan sin mucha dificultad. Pero es importante acudir al veterinario lo antes posible.

Síntomas del síndrome vestibular

Los síntomas del síndrome vestibular dependerán de la causa que lo haya provocado y de ahí la importancia de ponerse siempre en manos de profesionales para un buen diagnóstico. Tenemos la idea de que un buen profesional es aquel que tiene un currículum lleno de acreditaciones. Aunque eso obviamente influye, y mucho, no lo es todo. Un buen profesional investigará cada caso, no solo guiándose por el diagnóstico fácil, si no descartando las otras posibilidades. Un buen diagnóstico diferencial nos evitará modificaciones de tratamiento, enfados de clientes y hacer pasar a los animales por tratamientos innecesarios. Pero eso es otro tema que si os interesa, un día podemos hablar de ello.

Ahora hablábamos de los síntomas del síndrome vestibular, que al afectar al sistema vestibular serán básicamente alteraciones neurológicas.

Los síntomas del síndrome vestibular son:

Cabeza ladeada, head tilt en inglés

Es el síntoma más característico, el perro ladeará la cabeza hacia el lado de la lesión vestibular, es una forma de saber dónde se encuentra la lesión. A mucha gente le parece gracioso, pero si ves que tu perro ladea la cabeza estate atento a los demás posibles síntomas porque puede estar padeciendo el síndrome vestibular.

Nistagmo

movimientos rítmicos e incontrolados de los ojos, puede ser horizontal (de lado a lado), vertical (de arriba abajo) o circular (giratorio). El nistagmo es un signo característico de lesiones neurológicas. En el caso del síndrome vestibular, el movimiento suele darse característicamente en dos fases: una más lenta hacia el lugar de la lesión y otra rápida en sentido contrario. Suele observarse en reposo, pero también se puede inducir cuando mueve la cabeza (nistagmo posicional)

Ataxia

Es la dificultad para coordinar los movimientos corporales o de las extremidades. La ataxia se da en múltiples síndromes neurológicos pero lo característico del síndrome vestibular es que es asimétrica, estando afectado más un lado que otro. Para intentar controlar esta descoordinación el perro intenta mantener las patas abiertas, manteniendo una base amplia de sustentación. El animal perderá el equilibrio, tendrá balanceo de la cabeza y sufrirá caídas por esta incoordinación. 

Estrabismo

Pérdida de paralelismo de los ojos. Un ojo mira directamente al objetivo y el otro no, estando desviado hacia dentro (esotropía), hacia fuera (exotropía), hacia arriba o abajo (hiper o hipotropía). Aunque existen todas esas formas de clasificar el estrabismo, en definitiva verás que tu perro tiene la mirada rara, posicionando los ojos de forma anormal.

Esos son los 4 signos principales, pero podemos mencionar también otros síntomas que suelen acompañar a los anteriores:

  • Cambios comportamentales o de postura: inclinación del cuerpo y la cabeza, girar sobre sí mismo o en círculos (giran hacia el lado de la lesión). La afectación del sistema vestibular provoca un déficit propioceptivo. La propiocepción es el sentido que nos informa de la posición postural.
  • Babeo excesivo, vómitos: no ocurre siempre, pero se estima que 1 de cada 4 perros que padece el síndrome vestibular presentan también vómitos. El sistema vestibular se encarga del equilibrio como decíamos anteriormente. Por lo que una explicación podría ser que al verse afectado el equilibrio los perros se mareen y por ello vomiten.
  • Parálisis facial: la paresia facial se relaciona con la afectación del par VII de los nervios craneales.
  • El síndrome vestibular periférico se relaciona con el síndrome de Horner, del que ya os hablábamos la semana pasada, viéndose en algunos casos la afectación de la pupila (miosis o pupila contraída) característica de este caso.
  • En función del nivel de afectación también se puede observar en los perros: desorientación, dificultad para comer y beber, dificultad para orinar y defecar, pérdida del apetito, nauseas…

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico lo debe hacer un veterinario experto mediante la exploración de los síntomas ya mencionados. Se acompaña de pruebas complementarias que identificaran si la lesión es a nivel central o periférica.

El tratamiento dependerá precisamente de esto, de si es a nivel central o periférico. Además, diferirá mucho tanto el tratamiento como el pronóstico. La causa idiopática es la que mejor pronóstico tiene, seguida de la periférica. El peor pronóstico es para aquellos síndromes vestibulares provocados por tumores o causas inflamatorias.

De hecho, si el síndrome vestibular es idiopático no requiere tratamiento como tal, ya que suele resolverse por sí mismo en un periodo de 3 a 21 días. Lo que sí puede prescribirse en cualquiera de las causas, es medicación para tratar los síntomas más molestos: los mareos, vértigos o vómitos con anticolinérgicos, antieméticos o antivertiginosos.

Si la alteración es periférica y la causa es una infección del oído interno, se prescribirá tratamiento entonces para resolver la otitis. Una vez resuelta la otitis, el síndrome remitirá.

Si es a nivel central el veterinario tendrá que valorar la situación decidiendo si tiene que recurrir a la cirugía en el caso por ejemplo de que la causa sea un tumor, o si con medicamentos se podrá resolver. Si es una infección, se realizará cultivo y antibiograma y se prescribirán con total seguridad antibióticos, además de valorar posible cirugía. Sea cual sea el motivo, el tratamiento será específico para resolver éste.

Muchas veces hay que añadir, además de la terapia farmacológica, una terapia rehabilitadora encaminada a corregir la postura, recuperar la coordinación de la marcha y de las extremidades. En definitiva, a ayudar al animal a volver a su estado anterior, como cualquier terapia de rehabilitación.

Para terminar

Os recomendamos que en caso de que vuestro cánido padezca el síndrome vestibular, intentéis en la medida de lo posible recolocar los muebles y utensilios de la casa para evitar golpes, más caídas y hacérselo un poco más fácil. Tu perro necesitará más mimos y cuidados que de costumbre, tendrás seguramente que ayudarle a comer y beber y estar muy pendiente de sus necesidades.

Esperamos que la información os haya resultado útil y también esperamos que vuestro perro nunca padezca este síndrome tan desagradable.

Por Silvia