Qué es un otohematoma

Se define hematoma como mancha en la piel de color morado causada por la acumulación de sangre o líquido serosanguinolento debido a, en la mayoría de los casos, un golpe o traumatismo. El prefijo “oto” abarca todo lo que tiene que ver con los oídos. En este caso, en la oreja o pabellón auricular. Por lo que el otohematoma es una inflamación produciéndose una separación entre los cartílagos del pabellón auricular, acumulándose sangre en el interior de la oreja. Se forma un bulto de mayor o menor tamaño pero suele ocupar toda la oreja. La oreja se presenta más gruesa de lo habitual, y en la cara interna del pabellón auricular se presenta la inflamación, que al tacto es blando y fluctuante y ocupa toda la oreja. La oreja, en vez de tener un aspecto fino, rígido y cartilaginoso, está rellena de líquido serosanguinolento. No es algo muy grave pero si no se trata pronto puede llegar a complicarse.

Un signo característico es ver la oreja caída por el peso del líquido interno, siendo más llamativo en perros o gatos con las orejas rectas.

Factores de riesgo

  • Cualquier perro puede sufrir un otohematoma, pero es más común en aquellos que tienen las orejas colgantes. Por un sencillo motivo, al sacudir la cabeza las orejas se mueven y golpean mucho más de lo que lo harían unas orejas rígidas. No obstante, el otohematoma también puede deberse al rascado con la patita, por lo que le puede pasar a cualquier tipo de oreja.
  • En este post puede que incidamos más en casos perrunos ya que es mucho más habitual. Esto no quiere decir que los gatos estén libres de sufrir otohematomas. Les puede pasar a los gatos, aunque es mucho menos frecuente. Primero porque es más común que el perro presente cuerpos extraños (como espigas) en el oído que le provoquen esos rascamientos tan intensos provocadores del otohematoma. Y segundo, por lo que hablábamos en el apartado a, por la forma de la oreja.

Causas del otohematoma

La causa del otohematoma siempre es traumática, debido a un golpe, ya sea por rascarse fuertemente la oreja, o por fuertes sacudidas de la cabeza. Ahora bien, el objetivo con este cuadro es encontrar el motivo que le lleva al animal a rascarse la oreja. El rascado de la oreja puede ser debido a la presencia de un cuerpo extraño, por dermatitis o alergias, por presencia de parásitos como los ácaros que causan la otodectes, o incluso alguna pulga o garrapata; también podría deberse a una pelea en la que se ha dado un golpe, de hecho en humana los otohematomas suelen ocurrir en boxeadores debido a los fuertes golpes que reciben. También hay veces que se debe a una fragilidad vascular o debilidad de los capilares, así como problemas vasculares o de coagulación. No obstante, en la mayoría de los casos suele deberse a una otitis.

Por lo que tenemos encontrar la causa primaria. Esa causa que está provocando los intensos rascados que han llevado a nuestra mascota a tener un otohematoma.

Técnicas y tratamiento

En el tratamiento de un otohematoma, además de solucionar la inflamación en sí, hay que tratar esta causa primaria que esté ocasionando los rascados intensos que han provocado el traumatismo. Si es la causa de los rascados es otitis, nuestro trabajo consiste en descubrir a qué se debe la Otitis. La otitis en perros puede tener muchas posibles causas: presencia de parásitos como los ácaros, por presencia de cuerpo extraño, hecho que ocurre mucho en el periodo estival con las espigas, como les pasó a Zeus y a Narco que os presentamos aquí:

Zeus

Narco

Otras posibles causas de la Otitis son acumulación de pelo en el conducto auditivo, limpiezas mal realizadas o excesivas, alergias o dermatitis o alta producción de cerumen. Por lo que, sea cuál sea la causa, se prescribe tratamiento para solucionarla y paralelamente se trata el otohematoma que tiene que ser mediante cirugía.

Aunque hay otras alternativas de tratamientos distintas de la cirugía, aunque somos poco partidarios porque lo cierto es que casi siempre no suelen resolver el cuadro, habiendo recidivas más graves que la anterior y teniendo que recurrir casi siempre finalmente a la cirugía. Nos referimos a tratar el otohematoma con un drenaje mediante succión del líquido interno y vendaje compresivo para que no vuelva a rellenarse.

Cirugía

En términos generales, la cirugía consiste en hacer un orificio, retirando un fragmento de la parte interna del pabellón auricular retirando todo el líquido interno. Este líquido suele ser sangre, también encontramos fibrina (proteína que contribuye a la formación de los coágulos de sangre) en los casos que ya llevan mucho tiempo con el otohematoma. Se crea así un defecto en la parte interna del pabellón auricular y se deja abierto para que cierre por segunda intención intentando que siga drenando el líquido que se produzca. A continuación, se dan puntos longitudinales al eje del pabellón y paralelos entre sí para así unir las dos paredes del pabellón.

 Cuando decimos que la pequeña incisión se terminará cerrando por segunda intención, nos referimos a que se cerrará por sí solo con el crecimiento de nuevos tejidos y la reparación o cicatrización natural del tejido. Después se puede hacer un vendaje compresivo.

Esta es la técnica que normalmente llevamos a cabo en Vellcan Veterinarios, pero hay otras. Por ejemplo, hacer más de un orificio y luego dar los puntos, o poner los puntos con un pequeño tubo; también poniendo una esponja y dar los puntos con la esponja.

Consecuencias del otohematoma

Si no se trata con rapidez, los otohematomas pueden dejar secuelas. Puede ocurrir que la oreja sufra una deformación crónica, la oreja permanece encogida o arrugada, con un aspecto distinto al habitual y al de la otra oreja, más grueso y rígido que se ha denominado “oreja de coliflor”.

Además, los otohematomas pueden causar con mucho dolor y sufrimiento para el perro, ya sea por la infección o la causa que esté provocando los rascados, o por el otohematoma en sí.

Por lo que, si no quieres que tu mascota presente para siempre esta deformación y por evitar el sufrimiento y abogar por el bienestar de su salud, que es lo que nos importa, acude a tu veterinario cuando veas algún mínimo síntoma para tratarlo cuanto antes.

Por Silvia